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mordiente de edimburgo

Inicio este blog con un post sobre el Mordiente de Edimburgo.  

Dentro de la formación de este segundo cuatrimestre, y una vez realizadas las prácticas de punta seca, iniciamos los trabajos con las planchas de cobre y los ácidos. De las técnicas he decidido emplear el Mordiente de Edimburgo en mis planchas.  

Tal y como hemos estado viendo en clase, y siguiendo las indicaciones de Eva Figueras publicadas en el post de Mª del Mar sobre Sostenibilidad en el Grabado, he comprado los componentes con los que voy a realizar el Moridente de Edimburgo:  

  

– Cloruro Férrico.  

– Ácido Cítrico.  

– Y por supuesto todas las medidas de seguridad necesarias, guantes de latex, mascarilla y gafas de protección.  

Para la formulación del Mordiente de Edimburgo para planchas de cobre emplearemos las siguientes cantidades:  

– 4/5 de solución de cloruro férrico saturado (40%). (en este caso 2 litros de solución donde emplearemos 400 gr de Cloruro en grano por litro de agua.)  

– 1/5 de solucion de ácido cítrico, el cual consiste en 3/4 de agua del grifo + 1/4 de áciso cítrico en polvo (anhidro). (en este caso 400 cl de agua templada con 133 gr de cítrico)  

   

Para la solución del Cloruro Férrico emplearemos una cubeta de plástico donde ponemos 2 litros de agua. Una vez vertida el agua en la cubeta añadimos poco a poco 800 gr de Cloruro férrico mientras vamos moviendo la solución. Recordad siempre que este proceso lo teneis que realizar con los guantes de latex, las gafas y la mascarilla.  

  

Una vez movida la solución dejamos reposar un día para que el Cloruro se disuelva de forma uniforme en el agua. Pasadas las 24 horas realizamos la solución de Ácido Cítrico. Para ello epleamos la dosificación indicada hasta conseguir la solución que aparece en la fotografía.  

  

Como podemos ver la solución tiene un aspecto parecido al agua. Una vez disuelto el ácido cítrico en el agua templada procedemos a añadir la solución en la cubeta donde hemos realizado el cloruro férrico. Vertimos el cítrico lentamente mientras movemos la solución.  

  

Una curiosidad es que el color del cloruro férrico, que es de un pardo oscuro, se tornará un poco más verdoso.  

  

Ya tenemos la solución del Mordiente de Edimburgo lista para morder las planchas.  

  

Tenemos que recordar que las planchas de cobre han sido desengrasadas con blanco de españa y barnizadas con un barniz de fondo. Una vez seco el barniz de fondo comprobamos que no existan brillos al trasluz en la plancha, ya que estos brillos corresponden con zonas donde el barniz no se ha aplicado con el espesor adecuado y el ácido puede morter en estas zonas. Para evitarlo empleamos un barniz de retoque (en este caso he empleado laca de bombilla color azul), el cual tapará las zonas menos cubiertas y evitaremos sorpresas en la plancha.  

Con el punzón realizaremos líneas sobre la plancha, con cuidado para que no rasquen la superficie de la plancha. En mi caso hay algunas zonas en las que he rascado demasiado la superficie de la plancha y me ha variado la calidad de la línea. Tal y como vemos a continuación tenemos realizadas las líneas de la tira de prueba. Para comprobar que se ha eliminado el barniz de fondo, ponemos la plancha el trasluz y veremos como la lìnea vrilla dejando ver la superficie de la plancha de cobre.  

  

A continuación sumergimos la plancha en la cubeta con el Mordiente de Edimburgo para que el ácido muerda la placha. La cualidad del Mordiente de Edimburgo es que nos permite morder las planchas boca arriba.  

  

Iremos realizando el proceso sumergiendo la plancha el tiempo que estimemos oportuno hasta que vayamos completando la tira de prueba.  

  

Ya tenemos la plancha lista. Una vez terminada eliminamos los restos de barniz con un disolvente, siempre en un lugar ventilado y con guantes, mascarilla y gafas de protección. Una vez limpia la planca podemos realizar la estampación de la tira de prueba. En mi caso he realizado dos tiras para ver cómo cambia la calidad de la línea si eliminamos más o menos cantidad de tinta con la tarlatana. 

  

Finalmente y tras la experiencia voy a deciros un par de cosas.  

– Cuando utilicemos al mordiente de edimburgo acordaros que como las planchas se muerden boca arriba se puede producir sedimentación dentro de las líneas de los residuos de la mordida, por lo que debeis aclarar muy bien con abundante agua para eliminar estos restos y no alterar la mordida de la línea posteriormente.  

– No olvideis utilizar las medidas de seguridad ya que el mordiente tiene una textura muy líquida y es muy fácil que salten gotas. En mi caso no me he manchado la ropa pero uno de los guantes se ha roto con un picotazo de la plancha y tengo un dedo un poco amarillo por el modiente.  

Mucho cuidado y a disfrutar de esta técnica.